lunes, 24 de febrero de 2014

¿Para qué sirve el Senado?



Es una pregunta que me he formulado en más de una ocasión y que, tal vez incentivado por la crisis económica que estamos viviendo, he decidido contestarme escribiendo esta nueva entrada. Puestos a recortar...¿Porqué no recortamos también en política?
 
El Senado o Cámara Alta de las Cortes Generales, es un órgano constitucional formado por 266 senadores que representa al pueblo español y que en 2012 nos supuso cerca de 53 millones de euros (para quien quiera, dejo el enlace a su régimen económico). 

Nuestro poder legislativo tiene, por tanto, una estructura bicameral, lo cual surge enraizado en la idea del equilibrio. Si la división de poderes nace como mecanismo para defender la libertad del individuo, el bicameralismo da una vuelta de tuerca más, ya que el poder legislativo ya no estará controlado por una cámara si no por dos. De este modo, el Congreso formaría parte de una primera fase de actuación y el Senado tendría la función de una segunda lectura o "enfriamiento". En teoría tenemos una técnica legislativa más depurada por el hecho de que la Cámara Alta (Senado) puede oponerse a lo que se ha validado en la Cámara Baja (Congreso), pero a la hora de la verdad este control del Senado no es real.

Las funciones del Senado son: de integración territorial, legislativa, de control e impulso político y de control de la política exterior. Todas estas funciones se solapan con las del Congreso y finalmente sola queda la tarea de ejercer una segunda lectura que no tiene prácticamente ninguna consecuencia que justifique la existencia del Senado. 
Además de solapar sus funciones con el Congreso, el Senado ha mantenido durante bastantes años un perfil bajo, en el sentido de que los españoles no le hemos dado demasiada importancia y no hemos sabido cuál era realmente su papel dentro del poder legislativo, más allá de ser cobijo de políticos desubicados o que han perdido peso en un partido (lo que coloquialmente se conoce como "cementerio de elefantes").

En principio, la configuración bicameral está inspirada en el modelo americano, en el cual existe la Cámara de los Representantes, que actúa en representación de todo el pueblo estadounidense (y cuyos miembros son elegidos en función de la población) y el Senado, en el que están representados todos los estados federales con igual peso, independientemente de su población. De esa forma se consigue preservar el modelo de igualdad federal para que los intereses de los estados federales menos poblados no queden desprotegidos ante la Cámara de los Representantes donde tienen menos peso. Así pues, con el nacimiento del Estado de las Autonomías, se vió la necesidade de que existiera el Senado, para ejercer una función similar a la que se estaba ejerciendo en los Estados Unidos. De cualquier modo, este argumento quedó desmontado cuando en lugar de designarse a las Comunidades Autónomas como circunscripciones electorales, se designan a las provincias, y lo que es más, el factor demográfico entra en juego. Por tanto desaparece el parecido con el modelo americano, e implantamos un modelo mixto de formación (groso modo son 4 senadores por provincia y una pequeña parte designada por las CCAA).

Si nos vamos al modelo británico, que es donde surgió el bicameralismo, podemos decir que el Senado tampoco cumple la misma función ya que, para ello, sería necesario que tuviera la capacidad efectiva de modificar proposiciones o proyectos de ley aprobados en el Congreso, cosa que no ocurre. Aunque pareciera que si, la realidad legislativa es que no, y me explico. Si un texto se veta en el Senado, vuelve al Congreso y se puede aprobar con mayoría simple transcurridos dos meses de la oposición del Senado. Respecto a las enmiendas, pueden ser aceptadas o no también por mayoría simple. En resumidas cuentas, el Senado solo puede retrasar un par de meses, siempre en caso de haberse opuesto, lo cual ya es raro que suceda...

Por todo lo anterior, mi opinión personal, es que el Senado, es un gasto totalmente injustificado que los españoles nos podríamos ahorrar. Además ya existen otros países como Suecia, Noruega o Dinamarca, en los cuales solo existe una cámara legislativa. 

Quizás a quienes más les interesa que exista esta cámara sea a muchos políticos...





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